martes, 30 de marzo de 2010

Hoy

Hoy fui a comer a la casa de mi amigo T, me hizo una tarta de atún, yo le digo que es la más rica del mundo, le miento -naturalmente- pero es una mentira muy bienvenida. Él dijo que hoy no hablamos tanto, para mí hablamos bastante, o capaz hablé todo el tiempo yo. Pero él me contó de esa chica con la que salía, esa a la que un ex novio se le suicidó y otro está internado. Le dije que por favor no salga nunca más con esa chica.

Decís barbaridades, mentiras, estupideces, cosas terribles, maravillas, cosas imposibles, cosas ridídulas... nadie te juzga. La amistad: el sentimiento más sano que conozco.

viernes, 26 de marzo de 2010

La reina del Nilo

CLEOPATRA es marrón, como el chocolate, tiene ojos verdes y unos dientes en miniatura muy tiernos, las patas largas y flacas, es desproporcionada, está creciendo, tiene la cabeza demasiado chica todavía y el cuerpo alto, se choca las cosas, corre desesperada, ladra con una voz punzante y estridente, es dulce, me lame los pies, las manos, la cara, cuando le estoy por dar de comer empieza a saltar de alegría, cuando llega alguien después de mucho tiempo de estar sola se hace pis de la emoción, me viene a despertar a la mañana, juega con un hueso que le compré en la veterinaria y hace mucho ruido, le gustan las botellas de plástico, todavía no aprende que tiene que hacer caca y pis afuera, duerme en una manta anaranjada que una vez traje de brasil, la televisión la sorprende, le encantan mis ojotas, cuando sale corriendo es muy divertida, es cariñosa, me deja sacarle fotos, es desconfiada pero cuando confía se entrega, le gusta que le acaricien la panza, es compañera, me sigue a todos lados, se come la basura del tacho del baño, es un asco, la reto, no le importa, no me entiende, cree que estoy jugando, mueve la cola, siempre mueve la cola, cuando se acuesta y duerme parece un bebé, a veces sueña y hace unos sonidos similares a un llanto, pero cortito, sube por la ventana del patio y entra al living, corre en círculos, le gustan las zapatillas, las medias, todo lo que encuentre tirado y pueda morder.

es una responsabilidad, es una atadura, como todos los afectos lo son... es una atadura que pienso me va a dar mucha felicidad, elijo estar atada a ella, hacerme respondable por ella para siempre, elijo cuidarla y quererla y ser su amiga, elijo resignar algunas cosas por ella, porque siento que el amor que ella es capaz de darme es infinito, es sano y es fiel, es seguro, es libre, es generoso, elijo esta atadura con placer, como todos los afectos que elijo, no soy tan necia de creer que sentir amor no te ata, amarte y atarme tienen las mismas letras y algunas otras cosas en común, pero la sensación, la sensación del amor, del afecto, del abrazo, de la confianza, de la entrega, al amor de Cleopatra lo siento infinito, una de las pocas cosas que no me asusta sentir que es para siempre.

jueves, 25 de marzo de 2010

total conection

jueves, 18 de marzo de 2010

Grandes Esperanzas

La primera vez que me sentí grande fue cuando me dí cuenta que le había hecho mal a alguien y no me había importado. La primera vez que sentí que dejé de ser chiquita fue cuando comprobé que había tenido la oportunidad de decidir y decidí cagarme en todo, chau, no me importó, lo hice a sabiendas, tomé una decisión, elegí claramente, aún cuando esa elección implicaba un dolor en alguien. Elegí hacer daño sabiendo que el daño te hace daño. Elecciones, comprobar que la inocencia no es tan inocente, que ya cargaba yo con alguna distorsión de esa bondad, una distorción que me crecía en alguna parte, que mi corazoncito puro y generoso no iba a ser el mismo nunca más... la primera vez en la vida que me cagué en la culpa, en las consecuencias, en el bien y en el mal, en que alguien llore por culpa mía. Y todo por nada, por casi nada.
La consciencia del daño me hizo sentir más grande. Fue un reconocimiento placentero y a la vez perverso. Pero algo seguro, fue para siempre. Sólo algunas veces, algunas maravillosas veces, volví a sentirme tan chiquita, tan pura y genuinamente chiquita como me sentía antes de ser consciente de mi capacidad de lastimar.

domingo, 14 de marzo de 2010

Cosas no resueltas en las que me cago.

Me cago en los colegios de monjas, me cago en los curas que se creen tan poderosos como para mandarte a rezar tres padrenuestros, me cago en la pizzerías que le ponen aceitunas a las empanadas, me cago en los pedantes que se creen interesantes, en los cejas levantadas, en la histeria sin fin, me cago en la envidia por la belleza, por el dinero, por la alegría, me cago en las enfermedades de la mente, me cago en Artaud porque me hace sentir loca, me cago en tener que cederle el asiento a las embarazadas en el colectivo y que el chofer te imponga la buena conducta, me cago en los aduladores, me cago en la falsa modestia, me cago en el miedo que es tan miedoso que no se anima a deshacerse de él mismo, me cago en el humo de los cigarrilos, me cago en lo mezquino, me cago en lo egoísta, me cago en la voz de la experiencia, me cago en la solemnidad, me cago en la víctima, me cago en la decisión inmodificable, me cago en el juramento, me cago en los pelos en la comida, me cago en la gente que no te deja pasar, me cago en el ruido que le ponen al caño de escape de la moto, me cago en la culpa, me cago en el pecado, me cago en la necesidad de agradar, me cago en el juicio, en el prejuicio y en el postjuicio, me cago en el puterío barato, me cago en la mala leche, me cago en el regocijo por el dolor del vecino, me cago en el engaño, me cago en la distancia, me cago en Pessoa que no me deja tranquila, me cago en Jonny Deep por ser inigualable, me cago en Cortazar por generarme esta angustia, me cago en haber visto ya todos los capítulos de Friends y no tener nunca más el placer de la sorpresa por ver uno nuevo, me cago en lo que es para siempre y en la fecha de vencimiento también me cago, me cago en la gente que te conoce y no te saluda, me cago en el taxista que aprovecha para hablar de sus cosas mientras te lleva, me cago en el consuelo de patito feo, me cago en el algo es algo, me cago en el peor es nada, me cago en el podría ser peor, me cago en el inconformismo, me cago en quedarse con las ganas, me cago en el que se hace el hippie, me cago en el que se hace el cheto, me cago en el que se hace el copado, me cago en el que se hace, me cago en el que cambia de personalidad cuando se pone de novio, me cago en el que cree que sabe sobre todo lo que habla, me cago en el contrera, me cago en el que nunca nunca nunca acepta que está equivocado, me cago en los desprecios, en las humillaciones, en las burlas, me cago en la falta de respeto, me cago en los guardias de los boliches que creen que tiene el poder, me cago en el miedo a confrontar, me cago en el que repite discursos, me cago en el mochilero pelotudo que cuando vuelve de bolivia se cree el che guevara, me cago en el rótulo, me cago en lo posesivo que es el lenguaje: MI hija, MI amiga, MI novia, me cago en el dolor de panza, me cago en la inseguridad puta, me cago en el miedo a fracasar, me cago en los hijos de puta que le pegan patadas a los perros, me cago en la seriedad, me cago en ser tan llorona, me cago en la ansiedad, me cago en las pesadillas, me cago en tener tanta memoria y no poder elegir olvidarme de ciertas cosas, me cago en las certezas, me cago en el que nunca duda, me cago en el órden, me cago en el asma, me cago en los psicoanalistas que creen que resuelven todo volviendo a tu mamá, me cago en las fórmulas, me cago en la ingratitud, me cago en la comodidad que me acecha, me cago en los vicios que enferman, me cago en la cerrazón de las mentes, de las bocas, de las piernas, me cago en los secretos para mantener la falsa calma, me cago en exrañar a la gente, me cago en que los cuerpos sean tan importantes, me cago en que el espíritu no se pueda ver, me cago en que se muera la gente antes de tiempo, me cago en el tiempo, me cago en lo que existe, porque lo que existe debe tener alguna razón de ser, me cago en la razón de ser, me cago en la razón, me cago en tener que ser, me cago en tener que trascender, me cago en nacer, durar un rato, morirse y no haber hecho nada genial, me cago en tener que hacer algo para que tenga SENTIDO el paso por acá, me cago en el sentido, no en los sentidos, me cago en que no se pueda simplemente tratar de pasar un buen rato. Me cago en hacer cosas todo el tiempo para no aburrirnos, para estar ocupados, para sentirnos útiles, para realizar la acción que justifique nuestra absurdísima existencia...
Pero qué libertad... cuando parece que no existimos, cuando por un rato de ausencia, simplemente nos vamos, y no somos, y no estamos, y no hacemos, y no creamos, y no creemos, simplemente nos morimos por un rato, nos escapamos a la libertad absoluta y pura, y no somos nadie ni nada, no tenemos ningún deber y ningún derecho, ninguna responsabilidad, ningún afecto, ninguna atadura, ningún objetivo, ningún deseo, y no nos cagamos en nada porque no nos importa nada porque no existe nada, cuando nos damos cuenta en ese segundo de lucidez que quizás nuestra existencia sea una pura casualidad, o que quizás ni siquiera sea, que quizás no existamos más que en las mentes de un par de gigantes que juegan a los pinipon con nosotros, o en el sueño de la serpiente, o en una película para extraterrestres, y que quizás nos vamos a morir dentro de un rato sin saber para qué estuvimos acá, sin saber dónde ES acá, y entonces no sentimos ni siquiera miedo, en un momento de absoluta tristeza, y de absoluta belleza.